viernes, 22 de noviembre de 2013

Al pan pan y al vivo vino

Al pan pan y al vivo vino




Mi mamá, en su sabiduría, siempre que quería dejar algo en claro utilizaba esta corta pero sabia frase. "Mijo, al pan pan y al vino vino". Era su forma de decir algo así como: "No nos digamos pendejadas", o "Si siempre ha sido un ladrón ese tipo, ¿cómo querés que le diga?".

Pero ahora, ahora las cosas han cambiado mucho. Seguramente mi mamá en esta época ya tendría dos que tres investigaciones de la Oficina de Derechos Humanos...

Cuando era niño, siempre pensaba que mi mamá era bien tonta... "Pues claro", pensaba, "al pan se le dice pan porque es pan y al vino se le dice vino porque es vino, ni modo que le digamos distinto, o terminaríamos comiendo arepa con coca cola".

Sin embargo, esta época me demuestra que hoy en día al pan no siempre se le puede decir pan y al vino no siempre se le puede decir vino.

Para ilustrar esto, viene a mi memoria un jugador de la selección Colombia que creo que tiene el récord Guiness del jugador que hizo el tránsito más rápido entre su debut en la selección y su salida de la misma... Cada vez que tocaba el balón decía yo: "Eso es mucho idiota", "¡Qué pendejo!", o "¿A qué juega ese marica?"... es decir, decía las cosas por su nombre, sin preocuparme de cómo sonara. Pero no, quienes me escucharon ver el partido (digo escucharon, porque es más divertido oírme ver un partido de Colombia que verme viéndolo...) me decían majadero, grosero, mal hablado. ¿Cómo le decía yo "pendejo", "idiota" o "marica"? Habría pensado decirle Einstein, genio o crack, pero ni se llama Einstein, ni juega en el Barcelona ni se parece a Messi. Por eso.

Y de aquí tengo que ir al siguiente paso: si alguno de los jugadores de raza negra que juegan en la selección y que son como 8 de 11, la riega, no puedo decir, por ejemplo, "¡Ah... qué negro tan bruto!", no, eso es un comentario racista, no es negro, no, es "afro-descendiente", además, decir "negro bruto" no está bien visto, no hay estudios que demuestren que los negros (perdón, afro-descendientes) sean brutos, aunque éste en particular haya demostrado serlo en muchas ocasiones. ¿Por qué, pregunto yo? Si fuera pelirrojo, ¿tendría que decir, por ejemplo, "qué jugador de pelo de color carmesí tan poco hábil con el útil del deporte de las multitudes"? No, si es pelirrojo se llama pelirrojo, si es güero, se llama güero, y si es negro, se llama negro (perdón, afro-descendiente), y si es bruto, pues es bruto. 

Ya que vamos por ese camino... cómo dejar de lado el tan cacareado tema que anda tan de moda: los "gays". Si, "gays", homosexual es discriminatorio, tan discriminatorio como lesbiana, o como indio (al cual hay que decirle indígena, no va y sea que se moleste). 

La lista de eufemismos (términos políticamente correctos, para seguir con los eufemismos) es interminable. En la radio no hablan de narcotraficantes, se llaman "presuntos narcotraficantes". Las farc no secuestran, "retienen". Los corruptos no son ladrones, son personas que llevan a cabo acciones inapropiadas con el erario público. ¡NO! ¡Se lo roban, carajo! Y si se lo roban, son ladrones. Claro, me he mantenido al margen del tema sexual, ahí si la cosa es complicada... La verga (según la RAE, del latín virga, es decir, pene) no se llama verga, se llama pene (la otra suena feo y los hombres decentes no tienen verga, tienen pene), las tetas no se llaman tetas, se llaman "senos", o "bubis", además, está bien visto que las mujeres se las saquen para vender productos en la tele, pero no en un centro comercial para alimentar a sus bebés, que entre otras cosas, es para lo que existen. Todos crecimos tomando leche de ellas, pero nos parece mal visto que otros bebés lo hagan. Al culo le dicen "derriere", "cola", "pompis", no importa que el diccionario defina culo como "Conjunto de las dos nalgas, o zona carnosa que rodea al ano", pero no, hay que inventar palabras o recurrir al francés para quedar bien. Y qué me dicen de los viejos, o ancianos, (sí, viejos, envejecieron, luego son viejos) a quienes hay que decirles "personas de la tercera edad", o "adultos mayores". ¿Mayores que quién? Mayores es un comparativo. O la sirvienta (ufff... ¡que palabra horrible! se llaman empleadas domésticas, muchachas, aún si tienen 60 años), o los celadores, no, esos son guardias de seguridad.

Basta por ahora. Prefiero no seguir molestando para evitar que alguien diga, por ejemplo, "Ya se puso pesado ese ciudadano de cuerpo estilizado del país del realismo mágico que anda ya entrando a la "tercera edad", para no decir lo que es cierto y no me molesta en lo más mínimo: ¡Ese colombiano flacuchento y viejo ya se puso mamón con el temita!

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