miércoles, 4 de septiembre de 2013

Desintoxicación virtual


Todo comenzó hace unos días cuando, después de hacer clic en "Nueva Pestaña" y click en mi enlace a Facebook en la barra de mi navegador, descubrí con algo de desagrado que mostraba lo mismo de las últimas 3 o 4 veces que había abierto la misma ventana en 15 minutos.

Utilicé la ruedita del mouse para "navegar" por la página y no logré encontrar ninguna entrada que no pudiera "perderme", o que fuera "importantísima". Así que me pregunté a mí mismo: "¿Mi mismo, para qué diablos entras todo el tiempo aquí? ¿qué buscas?" 

Como mí mismo no pudo darme una respuesta, comenzó, como algunos maridos que llegan tarde a casa, a murmurar disculpas que ni él mismo se creía. Entonces, comencé a estudiar la decisión. Esta relación (que es como la que hoy llaman eufemísticamente un ensayo de matrimonio y que yo, que carezco de tacto, llamo simplemente concubinato) debía terminar. Bueno, no hay que ser tan extremista, pero Facebook si debe pasar de ser una concubina, a convertirse en una amante ocasional. Más conveniente, al menos así lo creo.

Lo pensé detenidamente y finalmente, luego de un par de semanas, pues a una concubina no se la degrada a amante ocasional así como así, lo decidí: ¡No más Facebook! 

Bueno, tampoco es cosa de cerrar mi perfil, me dije, ¿Qué va a ser de mi?, sin Facebook me pasaría como a ciertos expresidentes a los que nadie recuerda a menos que salgan en el periódico, aunque sea acusados de algo. Una semana, nada más, con eso será suficiente para que Facebook sepa que no es mi dueña, que es apenas mi concubina, nada más... Ni pensar en cerrar el perfil, el ostracismo no es lo mío. Soy ermitaño, sí, pero ostracismo, ¡por ningún motivo!

Tomada la decisión, solo era cosa de avisar, pues si alguien se daba cuenta de que había dejado de aparecer por el lecho de mi concubina, podrían comenzar a llamar a mi casa para dar el pésame, y créanme, nada más inapropiado que recibir un pésame por un "no-muerto"... No, era necesario avisarle a los amigos, o como dicen los obituarios en el periódico, a los amigos y relacionados, para que me esperaran, sin olvidarme.

¿Cómo? Sí, adivinó usted amigo lector, publicándolo en Facebook, ¿dónde más? Sería como una última visita de un sexagenario a su amante antes de internarse para una cirugía de próstata... nos vemos en 8 días, pero eso sí, bajo términos diferentes, ya no esperes los mismos bríos ni la misma dedicación... en 8 días, simplemente no seré el mismo de antes.
Escribí la entrada donde dice "qué estás pensando" y dudé antes de darle clic a publicar... Y no era para menos, no era una decisión fácil, una vez hubiera dado clic sobre el botón, no habría marcha atrás, imposible arrepentirme luego y pasar la vergüenza de los alcohólicos de encontrarse con los cuates de AA en medio de una borrachera, con una de tequila en la derecha y un par de zorras colgadas a su izquierda. No. No habría marcha atrás, Facebook, a diferencia de una amante, de discreta no tiene un pelo. Todo lo publica, hasta la hora de la última entrada. 



Finalmente, me sequé el sudor de las manos en el pantalón, hice acopio de toda mi fortaleza (que es más bien poca) y di Enter... Como el famoso César, había cruzado el Rubicón.

Unos 15 minutos después, abrí una nueva pestaña y por poco hago clic en Facebook. Fue necesario eliminar el enlace rápido en la barra del navegador. ¡No era posible! estaba tratando de entrar a Facebook apenas 15 minutos después de publicar mi decisión de salir... Me ha ido mejor cualquiera de las mil veces que he "decidido" dejar el cigarro.

Aquí me surge la pregunta ¿Qué carajos tiene Facebook que es tan difícil de dejar?

La respuesta me la dio un amigo que cumplió años en estos días. "Jin* está de cumpleaños hoy", me dijo mi esposa. (* nombre ficticio, para proteger a los inocentes). Ese mismo día, lo llamé a felicitarlo y me preguntó: ¿Cómo te enteraste de mi cumpleaños si no estás en Facebook? Uf, eso fue como un ladrillazo en la cabeza. Ahí entendí que necesito Facebook para poder mantener a mis amigos, sin Facebook estoy perdido.

Sí, es cierto. Cuando estaba en la secundaria podía decir de memoria los teléfonos de mis amigos, -20 o 30 amigos- y me sabía el teléfono de todos. Nunca dejé de felicitar a ninguno. Sus fechas de cumpleaños eran algo que uno guardaba en algún bolsillo del cerebro. Luego vinieron los teléfonos "inteligentes", las agendas digitales, la computadora, las redes sociales y el correo electrónico y tomaron control de mi vida. Hoy me preguntan un teléfono y lo busco en mi celular, una dirección y la tengo en mi celular, un nombre y debo abrir la agenda electrónica de Gmail, un cumpleaños y lo busco en Facebook. De hecho, no lo busco, me llega un mensaje al correo y me dice: "Varios de tus amigos cumplen años esta semana". Definitivamente ahora los inteligentes son los teléfonos. Yo soy un idiota. Mi teléfono es más inteligente que yo, y eso que no tengo "Black" ni !Iphone"... ¡Estoy jodido!

Hoy, cuando casi se cumple una semana de ostracismo virtual, me sorprende ver que mi teléfono lleva una semana sin sonar... y casi como dijera el viejo filósofo, "Tengo Facebook, luego existo", no lo tengo, luego no existo. Lo peor de todo es que publiqué mi decisión de salir por unos días de las redes sociales y tratar de vivir un poco a la antigua, así que no creo que nadie llame, ni siquiera a dar el pésame... Cuando piense en morirme, juro que no lo publicaré, prefiero que al menos un amigo se acuerde de que existo, aunque solo sea por no verme en Facebook publicando pendejadas.



3 comentarios:

  1. Hola Juan David! Sin haber leido previamente tu post, hice lo mismo... Sólo que fui un poco más extremo que tú:

    Estaba harto de que mi mamá insistiera que cada vez que estaba en casa, me la pasaba en el celular mensajeandome por Whatsapp o en el iPad comentando por Facebook. Entonces, luego de un baño con agua helada lo decidí. Me voy a desconectar de las redes sociales!

    Al igual que tú, lo comuniqué a mis amigos a través de Facebook y mi estado de Whatsapp: 'Estaré fuera de línea hasta el 16 de abril como parte de un ejercicio personal para mejorar mi calidad de vida a petición de alguien muy importante. Gracias por comprender.'

    Este domingo cumpli una semana... sorprendentemente no he caido en la tentación de reactivar los datos en mi celular o revisar mi facebook. Una amiga pronosticaba que en menos de una semana rompería mi 'tratamiento de desintoxicación', pero este fin de semana recibí un SMS de ella: 'Te felicito por tu progreso en la adicción al Whats jeje mis respetos:'.

    He recibido más llamadas que cuando estaba en línea. Me he sentido más concentrado en mi trabajo y mi mamá sigue renegando, pero ya es por otros temas y no precisamente por el celular y el ipad.

    Me da gusto saber que no soy el único que se revela ante la enajenación que hemos dejado que la tecnología ejerza sobre nosotros. Tengo buena memoria, así que los cumpleaños, los teléfonos, direcciones y nombres completos no son problema.

    Saludos desde Torreón, Coahuila.
    Paco.

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  2. Mil gracias por tomarte el tiempo para escribir.
    Felicidades por tu rebeldía!!
    Mi experimento terminó en su momento y yo ando nuevamente en las andadas!!

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  3. Actualización: mañana haré una tregua, porque es mi cumpleaños jejeje.
    Saludos!

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